La antigua Roma (El Foro y El Palatino)

La antigua Roma (El Foro y El Palatino)

Con Antigua Roma nos referimos a la zona al sureste de la Colina Capitolina, una especie de gigantesco parque arqueológico cuyos puntos más importantes son el Foro Romano, que fue el corazón de la Roma Republicana, los Foros Imperiales, construidos más tarde por varios emperadores, desde Augusto a Trajano, los arcos del triunfo y el famoso Coliseo, donde, bajo el Monte Celio, los romanos asistían a los combates entre gladiadores y bestias feroces. Antes de empezar a pasear por los restos arqueológicos, vale la pena mirar hacia arriba para ver toda la Colina Capitolina (Campidoglio, en italiano) a las espaldas del Vittoriano. Para no decepcionarnos, tenemos que imaginarnos todo lo que podía haber ahí donde hoy quedan solo pocas ruinas.

Recorriendo la calle Via dei Fori Imperiali, a la izquierda, se ve lo que queda del Foro de Trajano, que fue el más suntuoso de los Foros Imperiales y que el emperador Trajano mandó construir cuando regresó victorioso de las campañas en Dacia en el 112 d.C. Lo construyeron delante de los Mercados de Trajano, una inmensa estructura con forma semicircular (abiertos de mar. a dom. 9-18. Entrada 8 euros). Al lado del foro se encontraba la Basílica Ulpia, en cuya extremidad se alza solitaria la Columna de Trajano, con 40 metros de bajorrelieves de mármol en espiral que representan las hazañas del emperador en Dacia.

En el otro lado se encuentran los restos del Foro de Augusto, donde hoy está la Orden de Malta.
En la otra parte de la calle, o bajando por la Colina Capitolina y recorriendo la calle Via Sacra, que lleva hasta el Arco de Tito, entramos en el Foro Romano.

Por desgracia, aquí se han conservado pocas cosas: encontrarán el Arco de Septimio Severo, erigido en el año 203 d. C. por los hijos del emperador, y alrededor restos de varios templos y basílicas dedicadas a emperadores o dioses paganos. En la otra punta, se encuentra la parte restaurada del Templo de Vesta, en honor a la diosa romana del corazón y del hogar. Continuando por la Visa Sacra, se ven las tres naves con bóvedas de cañón de la antigua y majestuosa Basílica de Constantino y Majencio. No muy lejos, al pie de la Colina Palatina, se alza el imponente Arco de Tito, construido por Domiciano en el año 81 para conmemorar las victorias de su hermano en Judea.

A la derecha está la entrada y la taquilla para el Palatino, la colina en la que, según la leyenda, la loba amamantó a Rómulo y Remo, y que se merece una visita, si no están muy cansados. Dirigiéndonos hacia el Coliseo, pasarán por el Arco de Constantino, inaugurado en el 315 d.C. para celebrar la victoria de Constantino ante Majencio.

Monumenti e Musei di Interesse

El Coliseo

El Templo de Vesta

El Palatino

El Coliseo

Conocido también como Anfiteatro Flavia, el Coliseo (Colosseo en italiano) es el anfiteatro romano más antiguo y es un símbolo de Roma, la ciudad eterna. Empezó a construirlo el emperador Vespasiano en el año 72 d.C., donde antes había un lago artificial. El teatro lo inauguró Tito, el hijo de Vespasiano, ocho años después. Por sus 80 puertas con arco podían entrar hasta 60.000 espectadores, gracias a los pasillos internos, que estaban muy decorados y que garantizaban el acceso a las gradas. Los puestos en las gradas se asignaban respetando un orden jerárquico: el podio estaba reservado para el emperador ... continúa->

El Templo de Vesta

Se trata de un elegante templo circular construido en el siglo IV d. C. en honor de Vesta, la diosa romana del corazón y del hogar. Dentro, custodiaban el fuego sagrado, las encargadas eran conocidas como Vestales y eran jóvenes mujeres de dieciséis años provenientes de familias nobles. Permanecían al servicio de la diosa durante 30 años: los primeros dieciséis años aprendían sus deberes, los siguientes doce años, los ejercían, y en los últimos treinta, enseñaban a las novicias. Se una vestal apagaba el fuego, la fustigaban y la expulsaban, si perdía la virginidad, la enterraban viva y flagelaban al hombre. ... continúa->

El Palatino

A la derecha del Arco de Tito, se encuentra la taquilla y la entrada para el Palatino, la colina en la que, según la leyenda, una loba crió a Rómulo y Remo, los fundadores de Roma. Durante los periodos de la República y de los emperadores, fue la zona residencial más lujosa (la palabra “palacio” deriva de Palatino), aquí vivieron muchos emperadores y personajes ilustres como Cicerón y Catulo. Las ruinas mejor conservadas son las de las casas Domus Flavia, Domus Augustana y la Casa de Livia. Las dos primeras fueron construidas por Domiciano en el año 81 d.C. y eran dos alas, una pública (la Domus Flavia) y ... continúa->